¿Cómo se protegen las presas de los predadores?
Para evitar ser sometidas por los depredadores, las presas han desarrollado diversos medios de defensa activos o pasivos para mantener el tamaño de sus poblaciones.
En la defensa activa, las presas adoptan diferentes conductas cuando están frente a un depredador o lo perciben con sus sentidos; por ejemplo, escapar, amenazar, contraatacar, moverse a escondidas o construir y habitar una madriguera con varios túneles de salida.
La defensa pasiva consiste en mecanismos protectores que no necesitan activarse, sino que forman parte de la anatomía del animal.
Ejemplo de este tipo es la que posee el puercoespín, que tiene una capa de espinas que le permite esconder sus partes internas vulnerables; otros son las manchas grandes y visibles en forma de ojos que tienen algunas mariposas en sus alas; uno más es el mimetismo, donde los animales presentan una coloración que se confunde con su entorno.
La defensa pasiva de los organismos se ha desarrollado por medio de la selección natural, pues les ofrece ventajas para sobrevivir en su medio y haci dejar descendencia.
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